Las grandes tecnológicas lanzan una alianza mundial por la circularidad
El mundo de la tecnología se compromete con la circularidad. Más de 50 empresas conectadas a la innovación tecnológica y electrónica han lanzado esta semana la Circular Electronics Partnership (CEP) junto a a un grupo de grandes organizaciones mundiales, creando la que es por ahora la primera gran alianza del sector privado con vistas a mejorar la reducción, reutilización y reciclaje de los desechos electrónicos. Su objetivo es especialmente ambicioso: lograr que, en apenas una década, la gran mayoría de los componentes necesarios para fabricar móviles, ordenadores e incluso electrodomésticos sean totalmente circulares, un paso muy necesario tanto para reducir el volumen global de residuos como para combatir el cambio climático.
Actualmente, los desechos electrónicos son el flujo de más rápido crecimiento en el mundo, con más de 50 millones de toneladas de residuos producidos anualmente. Según una investigación publicada en The Conversation, solo el 17,4% de los desechos electrónicos se recolectan y reciclan a nivel global.
Crecen la incertidumbre y los retrasos en la preparación de la COP26
Aunque cada vez más voces consideran que la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) debe ser un momento clave para la acción climática internacional, las últimas noticias no invitan al optimismo. Según el último informe de la ONU, la suma de todos los planes de recorte de emisiones de efecto invernadero presentados por los diferentes Gobiernos del planeta supone apenas una reducción para 2030 de apenas el 1% frente a las del año 2010, lejos del 45% que recomienda la comunidad científica. Una realidad que de momento se aleja mucho de los compromisos del Acuerdo de París, motivo por el cual un grupo de países, encabezados por la Unión Europea y el Reino Unido, reiteran las llamadas a la comunidad internacional para que aumenten su ambición climática.
A la falta de objetivos a la altura de la situación se suman las crecientes dificultades que muchos países están encontrando en la preparación de la cita, que se desarrollará el próximo mes de noviembre en la ciudad de Glasgow en Escocia (Reino Unido). Y es que la misma pandemia está obligando a realizar las negociaciones previas a la cumbre de manera telemática, una fórmula que está encontrando importantes resistencias por parte de varios países en vías de desarrollo, entre los que se encuentran algunos de los lugares más vulnerables a los efectos del cambio climático. La principal objeción que presentan estos países que las malas conexiones a Internet podrían dificultar la participación plena de los negociadores de los países más pobres
El covid provoca una caída anual récord de las emisiones en España
Aunque ya se sabía desde hace meses que la caída de actividad debido a los efectos de la pandemia de coronavirus iba a suponer un importante descenso de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, faltaba por conocer la magnitud exacta del fenómeno. Finalmente, la expulsión a la atmósfera de este tipo de contaminantes cayó en nuestro país un 13,8 % el pasado año, una reducción récord desde que comenzaron los registros en 1990 que se ha producido de manera similar en muchos otros países que tomaron medidas de confinamiento de la población.
Sin embargo, esta buena noticia para el planeta no significa todavía que estemos a nivel global en el camino de la neutralidad climática, ya que un estudio publicado esta semana alerta de que la reducción de emisiones debe multiplicarse por diez en los próximos años para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Tal y como esperaba la comunidad científica, la pandemia de coronavirus ha sido el principal responsable de la reducción de emisiones, con dos terceras partes (68%) de esta bajada atribuibles a los confinamientos, aunque también se han sumado factores “estructurales” como el cierre de varias plantas de carbón.
De hecho, el documento calcula mes a mes estas emisiones y refleja cómo en abril y mayo, coincidiendo con el confinamiento, se registraron los mayores descensos, del 31% y del 22%, respectivamente. “En su mayor parte, la caída se debió a la menor contaminación por el uso de carburantes en carretera y a la notable bajada en emisiones asociadas a la aviación»
Las ciudades costeras se hunden a un ritmo cuatro veces más rápido
Una de las consecuencias más sonadas -y más graves- del cambio climático es la subida del nivel del mar. De hecho, desde hace varios años, cerca del 60% mundial vive bajo la constante amenaza de ser engullidos a finales de siglo por unos océanos que pueden llegar a elevarse hasta 110 centímetros en el peor de los escenarios, según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
Ahora bien, a pesar de que estos datos se lanzaron hace apenas dos años, las nuevas investigaciones, incluidas las realizadas por el propio IPCC, apuntan a un futuro aún si cabe más desolador con mayores subidas.
Es el caso de un último estudio publicado en la revista Nature Climate Change que indica que los océanos están experimentando un aumento de entre 7,8mm y 9,9mm por año durante las últimas dos décadas, en comparación con los 2,6mm que se indicaron en los anteriores informes oficiales. Esta variación de las cifras se debe a que, además de por la expansión térmica y el derretimiento del hielo de los continentes, los océanos pueden ver incrementados su nivel en las costas por otros factores, como el hundimiento de la tierra.
El bombeo del agua de los acuíferos o la extracción de gas del subsuelo está provocando que muchas de las ciudades costeras se hundan poco a poco, sobre todo aquellas que se localizan en los deltas. Aquí, la falta de sedimentos y su explotación está minando unos ecosistemas que funcionan de barrera contra inundaciones.
Aproximadamente el 58% de la población costera del mundo vive en deltas donde la tierra se está hundiendo.
Europa vive desde el 2015 sus peores sequías en 2.000 años
Los datos meteorológicos no son las únicas evidencias que tenemos para afirmar que Europa se está convirtiendo en un continente cada vez más seco, ya que el análisis de los anillos de los árboles también puede ofrecer pistas de cómo han variado las condiciones climáticas durante los últimos siglos, incluso predecir cómo será nuestro futuro climático.
Para comprobar su potencial, un equipo internacional dirigido por la Universidad de Cambridge estudió las huellas químicas de los robles europeos para reconstruir el hidroclima de verano durante 2.110 años. Gracias a esos datos, descubrieron que después de una tendencia de secado a largo plazo, las condiciones de sequía desde 2015 se intensificaron repentinamente, más allá de cualquier otro evento en los últimos dos mil años.
La mayoría de los estudios que intentan reconstruir climas pasados se limitan a la temperatura, pero los isótopos estables en los anillos de los árboles pueden proporcionar información anualmente y con fecha absoluta sobre los cambios hidroclimáticos durante largos períodos de tiempo.
El límite de 1,5ºC se alcanzaría en 2034, según una app de Copernicus
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) ha desarrollado una aplicación gratuita que proporciona información sobre la velocidad a la que se está calentando la Tierra. C3S, tutelado por el Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Mediano Plazo (ECMWF), ha creado este nuevo Monitor de Tendencias de Temperatura Global como un ejemplo de cómo los datos climáticos recopilados y procesados por Copernicus (Climate Data Store) se pueden usar en una amplia variedad de aplicaciones tanto para empresas e instituciones como para la sociedad en general.
Con la aplicación gratuita, cualquiera puede tener una panorámica sobre el actual ritmo del calentamiento global y hacer un seguimiento del objetivo de limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados centígrados, establecido en el Acuerdo de París.
Entre los datos que podemos ver a través de la aplicación destaca que en febrero de 2021 el calentamiento global alcanzó aproximadamente 1,19°C por encima de los niveles preindustriales. El límite de 1,5 °C se alcanzaría en 2034 si la tendencia de calentamiento continúa de la misma manera que lo hizo durante los 30 años previos a enero de 2021.
La aplicación se actualiza mensualmente y proporciona una versión casi en tiempo real de una imagen de las proyecciones del IPCC.
Las migraciones debido a inundaciones crecerán un 50%
Las llamadas migraciones climáticas representan un fenómeno en expansión que no es otro que la huida de ciertos grupos de personas de sus lugares de residencia obligados por los constantes peligros naturales que les acechan por el nuevo paradigma climático. Un paradigma marcado por las sequías, las inundaciones o las lluvias torrenciales que han conseguido movilizar desde el 2008 a más de 280 millones de personas en todo el mundo. Esta cifra supone un número de humanos tres veces superior a los que lograron desplazar las guerras u otros conflictos “tradicionales” durante el mismo periodo de tiempo, connotando así la gravedad del asunto.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista IOP Publishing Environmental Research Letters, las inundaciones son el mayor motivo de desplazamiento ya que por sí solas lograron movilizar un 63% más de personas que los conflictos o la violencia. Sin embargo, su potencial no se queda ahí ya que esta investigación advierte que podrían aumentar en un 50% a finales de este siglo.
“En este estudio mostramos que se proyecta que el riesgo promedio global de personas desplazadas por las inundaciones de los ríos se duplique para fines de este siglo bajo un escenario en sintonía con el Acuerdo de París”, advierten los científicos.
De sobrepasar los límites del Acuerdo de París, es decir, de seguir en la línea en la que nos situamos ahora, tal y como señalan, el riesgo de desplazamiento podría incrementar en un 350% para finales de siglo. Esto quiere decir que las cifras actuales de desplazados por inundaciones se multiplicarán por tres a lo largo de 80 años.
Lo que se sacrifica en España
En 2020 se sacrificaron en el país 800,6 millones de aves, 56,4 millones de cerdos, 40,7 millones de conejos, 9,45 millones de ovejas, 2,4 millones de vacas, 1,2 millones de cabras y 36.949 caballos. Son las cifras de la encuesta de sacrificio de ganado publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Lo que más se mata son aves y cerdos y su producción va en aumento. La producción de carne de cerdo en los mataderos españoles aumentó un 8,24% respecto a 2019, superando los cinco millones de toneladas.
La covid-19 desvela la relación entre las enfermedades zoonóticas y la explotación animal
La llegada de la pandemia ha dejado al descubierto la relación directa entre el comportamiento humano y las enfermedades zoonóticas. Nuestra dieta, la forma de vida de los humanos y los factores socioeconómicos impactan en el medio ambiente: Seis de cada diez enfermedades infecciosas pueden propagarse a partir de animales no humanos, y las tres cuartas partes de las nuevas enfermedades humanas se originaron en otros animales.
Así lo afirma el UPF-Centre for Animal Ethics o UPF-CAE , un centro de estudios con sede en la Universidad Pompeu Fabra dedicado a la ética animal desde una perspectiva multidisciplinar e interdisciplinar. Según explica el centro en su web, la covid-19 no es una excepción. «La forma en que tratamos a los animales no humanos, directamente (mediante la caza, la explotación en granjas, el tráfico, etc.) o indirectamente (mediante la presión humana o la contaminación de sus hábitats, recursos y el medio ambiente en general) está en el corazón de esta crisis», explica CAE.