Un grito global en defensa de la Amazonía
La pandemia ha supuesto un atajo para acelerar la debacle. Bolsonaro apuesta por la mercantilización de la selva como salida económica para el país La Amazonía arde cada año con la complicidad de la comunidad internacional. La deforestación ilegal destruyó alrededor de 10.000 kilómetros cuadrados de selva amazónica en Brasil durante el primer semestre de 2019. Los pastos para ganado, el cultivo de soja y caña de azúcar o la minería están detrás del fuego y de múltiples violaciones de derechos humanos a los pueblos originarios. La Unión Europea, lejos de responder de manera contundente a las políticas del cada vez más autoritario Jair Bolsonaro, apuesta por impulsar acuerdos comerciales…