La iniciativa “Recreos residuo cero”, de Teachers for future Spain, busca reducir los residuos en el recreo, a través de la sustitución de alimentos procesados y de bebidas azucaradas por productos frescos, y sobre todo por frutas.
La alimentación es un sector crucial por cubrir una necesidad básica y ser necesaria para el desarrollo y la salud de las personas, pero también por el impacto ambiental de las actividades relativas a la obtención de alimentos y su contribución a la emergencia climática.
En cifras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, cada año se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos, mientras casi 2.000 millones de personas padecen hambre o desnutrición. Además, el sector alimentario representa alrededor del 22% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, en gran medida debido a la conversión de bosques en tierras de cultivo. Y por si estas cifras no son de por si suficientemente impactantes para pasar a la acción, resulta que a nivel mundial, 2 mil millones de personas tienen sobrepeso u obesidad.
Este panorama requiere grandes cambios a través políticas de equidad y medioambientales adecuadas, además de las aportaciones que podamos hacer desde la ciudadanía y la educación.
Pero como educadores, queremos destacar que muchas de esas personas con sobrepeso tienen pocos años de vida. Y es que la obesidad infantil es uno de los problemas globales de salud pública más graves del siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud lleva años alertando del factor de riesgo clave que supone una mala dieta en las enfermedades no transmisibles (ENT), siendo éste un parámetro fácilmente modificable.
Aunque los hábitos de alimentación se generan en el contexto familiar, es cierto que se suelen ver muy influenciados por la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a la infancia. Y ya sabemos que las marcas se centran en dar a conocer principalmente productos ricos en grasas y azúcares, con un impacto sobre la población infantil enorme.
Como estas influencias son repetitivas y permanecen en el tiempo, estos productos insanos se suelen integrar en la dieta infantil, con lo que la alimentación pasa a ser menos saludable. Por ello, se hace necesario fomentar y consolidar hábitos de alimentación saludable desde los primeros años, pues los riesgos asociados a las dietas malsanas comienzan en la niñez y se acumulan a lo largo de la vida.
En este sentido, es fundamental una promoción constante de hábitos saludable desde el punto de vista nutricional, tanto en el ámbito familiar como en la escuela. Los planes de educación para la salud que están presentes en el currículum de manera transversal, tienen que contemplar necesariamente la colaboración institucional como uno de los requisitos fundamentales para llevar a cabo cuantas actuaciones faciliten la promoción de estilos de vida saludable en el ámbito educativo.
Sin embargo, el aumento del sobrepeso y la obesidad infantiles no es la única amenaza global a la que se enfrenta la infancia y la juventud.
Vivimos una crisis ambiental sin precedentes, que se manifiesta en distintas formas, como afecciones a la salud de los más vulnerables, fenómenos climatológicos extremos, aparición de pandemias… Así, desde la quinta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, celebrada el 18 de febrero de 2021, se nos alerta de la triple crisis ambiental que estamos viviendo y se nos insta a “hacer las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar las emergencias climáticas, de biodiversidad y de contaminación”.
En este contexto, Teachers for future Spain- Profes por el Futuro ha iniciado una revolución sostenible en las aulas. Una de las iniciativas, “Recreos residuo cero”, busca reducir los residuos en el recreo, como opción frente a ambas amenazas relacionadas con la salud del planeta y de la infancia. Y es que esta reducción se logra, fundamentalmente, a través de la sustitución de alimentos procesados y de bebidas azucaradas por productos frescos, y sobre todo por frutas.
Así, con el programa “Recreos residuo cero” educamos en hábitos de alimentación saludable y de reducción de los residuos que contaminan nuestro entorno y acaban en los océanos. El plástico suele ser el principal componente de los envases de ese tipo de productos.
La escuela es el espacio privilegiado en el que se deben fomentar y consolidar hábitos para la buena salud tanto a nivel individual, como ecosocial. En este sentido, es fundamental que desde las instituciones públicas se garantice que estos procesos se puedan desarrollar en beneficio de todos y en todos y cada uno de los centros educativos.
Teniendo en cuenta que para alcanzar un equilibrio ambiental, social y económico es necesario reducir nuestra huella ecológica mediante un cambio en los hábitos de consumo de productos y servicios, la educación en hábitos de consumo responsable y de alimentación saludable constituye un todo en la educación integral de la infancia.
Las diferentes actuaciones y propuestas de Teachers for Future Spain- Profes por el Futuro sobre estilos de vida saludable y sostenible se resumen en este “Manual anticonsumitis” en la que se contemplan varias metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente del Objetivo 12: Producción y consumo responsable.
Desde Teachers for Future Spain – Profes por el Futuro, consideramos fundamental que, ante la triple crisis ambiental a la que nos estamos enfrentando, desde el sistema educativo se priorice:
- El desarrollo de espíritu crítico y reivindicativo ante los problemas ecológicos y sociales y el fomento de la responsabilidad y la colaboración para su solución.
- El desarrollo de hábitos de vida en consonancia con la sostenibilidad: hábitos de consumo y actitudes sociales que fomenten otros estilos de vida y desarrollo compatible con la vida humana y de todas las especie asumiendo los recursos naturales como limitados.
Con este fin, Teachers for Future Spain – Profes por el Futuro ha desarrollado una cuidada selección de recursos educativos para que los educadores puedan utilizar en sus clases.